Belén Sendot - Presenta su disco "Por Seguir"
Escucho folklore desde que tengo memoria. Nuestra música popular fue uno de los canales a través de los cuales mis papás se conocieron y enamoraron. Si bien no se dedicaron profesionalmente a ello, los considero los primeros grandes músicos que escuché. Me enseñaron a vivir el arte, desde el juego y compartir momentos que hoy son recuerdos muy bellos. Los sonidos de mi infancia son Mercedes Sosa, Lito Vitale, Juan Carlos Baglietto, Los Nocheros, Julia Zenko, Silvina Garré, Teresa Parodi, El Cuchi Leguizamón, María Elena Walsh… Con 9 años viviendo en Saladillo, Buenos Aires, el folklore era cotidianeidad en contacto permanente con sonidos de la naturaleza y momentos de disfrute. Mi niñez en el pueblo estuvo llena de tranquilidad, mates, charlas en la calle con vecinos, verde, cielos estrellados y pintados de un profundo azul oscuro. Recuerdo al folklore no solo en escuelas y casas, sino también en festividades del pueblo y vecinos, cumpleaños, reuniones entre amigos, peñas, corsos, plaza principal y cine-teatro. También me acuerdo del folclore en vestimenta, sabores y aromas, plantas, animales, especialmente caballos. En un encuentro con la identidad. El folklore es mi historia, y es parte de los argentinos. Somos los pueblos que habitaron estas tierras hace muchísimos años y somos quienes fueron viniendo después. Nuestro arte es reflejo de lo que somos y estamos atravesados por muchas mixturas culturales que todavía hoy descubrimos. Mi deseo es que quienes nacimos y habitamos hoy estas tierras, convivamos en armonía con nuestro pasado y presente, y eso se refleje en la música. Busco conectar con la música para transformarme, conocerme y también encontrarme y conocer a quienes me rodean. Me descubro viviendo emociones fuertes, profundas y trascendentes que creo que todos atravesamos en diferentes momentos de nuestra vida. Hace bien cuando uno empatiza con otros, identificarse con estos sentimientos y sensaciones, y la música es un lenguaje que nos puede acercar mucho, así como también la poesía de letras. Nos sentimos acompañados, queridos y comprendidos, más humanos. Asimismo, admiro la belleza estética de intérpretes de música folklórica argentina, los que existen, la mayoría de referentes. Siempre tengo cosas para aprender de ellos. Busco perfeccionarme para encontrar sonidos y matices que ayuden a visualizar paisajes de canciones.